Guillermo Ochoa
Pacomemo se ha sobrepuesto a todas las críticas, ha basado su carrera en luchar contra la adversidad para ‘callar bocas’, es el americanismo moderno encarnado.
La naturaleza del América es la polémica, eso los hace más fuertes y los llena de energía para sobreponerse a los malos momentos; por eso, Guillermo Ochoa es el claro ejemplo del americanista moderno, siempre criticado, pero siempre reponiéndose y ganándose el respeto de todos.
Debutó, a los 19 años, el 15 de febrero de 2004 ante una lesión del legendario Adolfo Ríos; poco a poco maravilló a todos y obligó al arquero a anunciar su retiro, para muchos prematuro. Sin embargo, llegó la primera dura prueba, pues para el arranque del Apertura 2014, Oscar Ruggeri decidió relegarlo a la banca contratándole al arquero argentino Sebastián Saja y al mexicano Ricardo Martínez, pasó de ser la gran promesa mexicana a pelear el puesto de tercer portero de las Águilas con Edmundo Ríos, un golpe duro para sobreponerse.
Afortunadamente para Pacomemo, llegó Mario Carrillo al banquillo del América y le devolvió la titularidad, pero sobre todo la confianza para afianzarse como uno de los mejores porteros de México, a tal grado que fue clave para el título del Clausura 2005.
Así se erigió como uno de los americanistas favoritos de la afición, pero tuvo pendiente la titularidad en la Selección Mexicana. Siendo tercer arquero en Alemania 2006, parecía que en Sudáfrica 2010 sería dueño del puesto, pero un par de errores en juegos de preparación hicieron que Javier Aguirre apostara por la experiencia de Óscar Pérez, por lo que su debut mundialista tuvo que esperar hasta Brasil 2014, donde maravilló a todos y cerró todas las bocas que lo señalaban como producto de la mercadotecnia.
Tuvo un Mundial de ensueño y le permitió salir del modesto Ajaccio de Francia para probar suerte en el Málaga de España, donde ha tenido que ‘comerse’ la banca, algo habitual en la carrera de Pacomemo, pero tan normal, como verlo sobreponerse y hacer historia, por ahora sólo es cuestión de tiempo para ver al ejemplo de ‘americanista moderno’ triunfar en Europa de la misma manera que lo ha hecho con las Águilas.