¡Bávara remontada del Bayern Múnich!

Juventus tuvo todo para eliminar al poderoso Bayern Munich pero desperdició la oportunidad de marcar un tercer gol cuando contaba con la ventaja en el plano anímico y mejor que todo, en el resultado. El local no perdonó y apenas logró la épica remontada, decidió sentenciar sin tener que recurrir a los penaltis, gracias a los cambios que hicieron ver como un genio a Guardiola: el cambio de Thiago Alcántara que demoró más de lo esperado y el ingreso de Kingsley Coman, un futbolista que pertenece a la Juve pero que se brindó al máximo para que su carta sea adquirida por la entidad alemana.

A la Juventus se le puso todo a favor tan pronto como a los cinco minutos. En los instantes para estudiar al rival se reflejó un planteamiento defensivo y a la espera de un error del favorito Bayern, pronto llegó. Manuel Neuer precipitó una salida y el rebote le quedó a Pogba que aprovechó el yerro y mandó a guardar a las redes.

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A partir de ahí los albinegros se armaron bien en el costado defensivo y estaban alertas a cualquier desperfecto para robar y generar contras eléctricas. Pasados los 25 minutos Morata corrió de manera estupenda, como un galgo, pero con excepcional dominio de la redonda. Se quitó a tres hombres y cedió para Cuadrado que, no quiso definir de primera y se adornó. Recortó a Lahm y chutó a primer palo. Sorpresa enorme.

Pudo aumentar la ventaja el visitante pero Cuadrado dio vida al Bayern Múnich y eso lo terminaron pagando caro, tanto como su eliminación en octavos de final a manos de un conjunto bávaro que fue implacable en el segundo lapso. Pogba desbordó y cedió para la llegada al segundo palo del colombiano que tiró al recorrido de Neuer y luego la redonda fortuitamente chocó el palo y se fue para el despeje de la retaguardia alemana.

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En el segundo lapso las trifulcas se hicieron una constante. Lewandowski pudo salir expulsado por un empujón sin balón para Evra. El árbitro perdonó y Lewa agradeció. Con un frentazo letal dio vida al Bayern al 73′ luego de un servicio milimétrico servido por Douglas Costa, un futbolista maravilloso y motor de esta máquina bávara ante la ausencia de Robben.

El anfitrión intentó por todos los medios pero la Juventus se replegaba hasta con nueve hombres con Buffon incluido, pero bien lo dijo Gary Lineker “el futbol es un deporte que se juega once contra once en el que siempre ganan los alemanes” y uno de ellos apareció: Thomas Muller. El espigado atacante se liberó de su marca y tras un centro magnífico de Coman mandó a las redes en pleno tiempo de descuento. El Allianz Arena era un manicomio.

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El primer tiempo extra Bayern fue más pero no encontró opciones. Asfixiado Juventus decidió presionar más cerca del arco de Neuer y lo pagó caro por las individualidades del local. Thiago Alcántara imaginó en el balcón del área y cedió para Muller. El colectivo Thomas cedió la pared para el españo que finiquitó casi con un penalti en movimiento. Ya no habría penaltis. Bastaron dos minutos de locura y creatividad para que Coman cumpliera con la ley del ex. El francés tuvo todo el tiempo del mundo, amagó disparar con su derecha y le pegó con la chueca. La colgó del ángulo. No hubo más. Juventus perdonó y Bayern Munich aplicó una bávara remontada.