Leverkusen y Chicharito complican pase a Octavos

Las Aspirinas empatan ante el Bate tras un duro partido en el que CH7 no marcó gol
La clasificación a Octavos de Final quedó en el aire para el Bayer Leverkusen. Esta vez no hubo goles del mexicano Javier Hernández -se quedó a una diana de superar la marca de Hugol– y mucho menos una encomiable actuación del equipo para solventar un partido vital ante el Bate Borisov. Al conjunto alemán solo le alcanzó para empatar a un tanto, con el que ha quedado en el tercer puesto del Grupo E con cinco puntos y con una vela encendida de cara a la última fecha de Fase de Grupos.
El tropezón de las Aspirinas comenzó apenas tras dos minutos del partido con una pifia de barrio del portero Bernd Leno: En una jugada de rutina, Mikhail Gordeychuk recibió un pase de Aleksander Volodko y sacó un diparo al borde del área que dejó escapara entre las piernas.
Al Leverkusen le costó muchísimo trabajo levantarse y llegar al área rival. En el primer tiempo cada embiste terminó bien contenido por la defensa del Bateborisov. Y la única oportunidad clara de gol que tuvieron para empatar el marcador terminó en un desacierto de Javier Chicharito Hernández: tras un centro por derecha de Mehmedi, el mexicano remató de primera con la derecha pero el esférico salió justo a primer poste donde la pierna del portero Chrenik evitó el festejo.
El Leverkusen consiguió reaccionar en la parte complementaria gracias a un gol de Mehmedi, cuya dosis de fortuna le alcanzó para anidar un servicio a segundo poste en las redes. El tanto fue revulsivo puro para el Leverkusen, que intentó la remontada sin éxito alguno.
Chicharito pasó de pedir a gritos el balón y ejecutar desmarques para generar espacios a jugar un poco más restrasado, y solo así consiguió otra oportunidad clara de gol. Fuera del área enemiga, el azteca sacó un potente zurdazo y le metió un buen sustó al guardameta ucraniano. Fue todo lo que pudo hacer por los suyos.
El Bate Borisov de diluyó con el paso de los minutos y el Leverkusen apretó, pero no lo suficiente para doblegar un cuadro bien replegado y dispuesto a contragolpear. Mehmedi pecó de egoista y se quemó mas de cuatro jugadas en las que pudo haber dado un pase a Bellarabi o CH7, quienes estaban en mejor posición de gol. De hecho, la última gran jugada del Leverkusen no fue de Mehemedi, quen salió de cambio a falta de diez minutos, sino de Bellarabi, que exigió un lance de postal del portero Chrenik con un tiro cruzado.