Lopetegui, un cazatalentos para el América
El timonel español tiene virtudes que lo hacen una gran apuesta para el club azulcrema
En 2004, Julen Lopetegui, de origen Vasco, había tenido que buscar otras maneras de seguir ligado al futbol, su más grande pasión. Después de haber sido emblema del Logroñes durante tres años (1991-94), en los que sufrió un puño de lesiones en la espalda que le impidieron brillar como recambio de Andoni Zubizarreta en el Barcelona, terminó por colgar los guantes en el Rayo Vallecano.
“Tenía un problema en dos hernias discales que desarrolle en el Logro. No medejaban estar al 100 por ciento ,pero tampoco me apartaban ni me quitaban el deseo de jugar. Esa época fue muy frustrante”, dijo el entrenador, nacido el 29 de agosto de 1966 en Asteasu, Guipúzcoa. “Mi lesión no la iba a curar nunca. Nunca me encontré igual que en el Logroñés, donde estuve en mi plenitud física”.
Y esa forma que encontró Lopetegui no fue otra que como entrenador. La decisión la tomó en 2003, durante sus últimos día en Vallecas y la puso en marcha un año después tratando de ascenderlo a Primera División. Eso sí, para su infortunio la directiva de los madrileños tuvo poca paciencia y lo destituyó.
LEER MÁS: Lopetegui suena para dirigir al América
Sin embargo, aquella breve experiencia hizo que Julen Lopetegui llegará al Real Madrid Castilla, donde pudo explotar uno de sus mayores habilidades: cazar talentos. Estuvo un año como ojeador internacional del equipo mirando chicos en eclosión que tenían cualidades para llegar al primer equipo.
“Se podía pasar horas viéndoles correr de aquí para allá, los estudiaba como muy pocos y siempre tuvo mucha cercanía, tacto y poder de convencimiento con los jugadores”. Así lo recuerda Fernando Hierro, quien en 2010 lo llamo por teléfono para invitarlo para dirigir la Sub-19 de España.
El trabajo que hizo con la Rojita, a la que llegó en 2011 y guió a un bicampeonato, le abrió las puertas del Porto en el verano de 2014. Llegó después de que el club había sido desmantelado con pesos pesados como James Rodríguez y Jackson Martínez. Aun así asumió el reto de armar un nuevo proyecto con un modesto presupuesto al que sacó jugó tras poner en práctica su buen ojo clínico y fichar caras nuevas como Olive Torres, Bruno Martins Indi, Casemiro, Tello y Brahimi.
“Más que una plantilla de grandes nombres lo que necesitas es armar un equipo competitivo. No es fácil conseguirlo. Un jugador no es un Play Station, siempre debe sentirse liberado, cómodo y arropado por el técnico, sino las cosas no terminan bien”, dijo Lopetegui.
Y no le salió nada mal. En su primer año llevó a los Dragones a pelear con el Benfica palmo a palmo el campeonato luso en el que terminó en el segundo puesto. En la Liga de Campeones llegó hasta Cuartos de Final y, aunque el Bayern Múnich le dio una remontada épica, en el duelo de ida lo puso en jaque con una victoria 3-1. Eso sin contar que consiguió definir el estilo de juego del Porto, basado en la tenencia y toque de pelota, además de arropar a todos los refuerzos que habían adolecido de protagonismo en sus clubes anteriores.
A Julen le había pasado lo mismo. Salvo en el Logroñés, en el Castilla y el Barcelona no despuntó y con el Rayo nunca encontró su mejor forma. De alguna manera no quería repetir la historia que vivió en sus años como guardameta.
“Cuando un jugador se siente vacío hay que inyectarle ánimo, no hay nada mejor que una convocatoria. Hay casos concretos como los de Casemiro, que necesitaba sentirse importante, solo así encontraría su mejor rendimiento. Aposté por Torres al igual que cuando lo llevé a la Selección, Tello necesitaba lo mismo y solo había que darle un poco de confianza”, resumió Lopetegui, a quien Torres definió “como si fuera un padre”.
Esta temporada pintaba para seguir con la revolución en el equipo y apostó por jugadores mexicanos como Jesús Tecatito Corona y Miguel Layún, aunado a Héctor Herrera al que arropó pese a no ser obra de sus visorías. De cada uno obtuvo la mejor versión. Tecatito irrumpió como goleador, Layún como el mejor defensa asistidor y HH tuvo respaldo en sus horas más bajas.
Pero Julen fue destituido tras una mala racha de resultados con el Porto y en el club ya le echan de menos. “Los jugadores hicimos las cosas mal, es un gran técnico”, dijo Tecatito.
Julen Lopetegui dejó al Porto hace unos días y tras la despedida en una emotiva carta a sus jugadores ya comienza a sonar en otras latitudes; México es una de ellas y el posible destino América, club dirigido por Ignacio Ambriz, y cuya continuidad depende de los títulos. Por ahora es un simple rumor, pero si llegara al club no hay duda de que sería una gran apuesta.