Mario Balotelli y otras promesas incumplidas

Pese a que en 2012 era una de las grandes promesas del futbol mundial, Mario Balotelli se desinfló en forma dramática y hoy pasa sus días como suplente del Milán. Revisamos su caso y otros cuatro de promesas incumplidas

Mario Balotelli | ¿Super Mario o Super desperdicio?

La imagen era imponente, temible. Una estatua de mármol negro, esculpida al mínimo detalle: brazos y abdomen tensos, mirada amenazante. Era en realidad un desafiante hombre llamado Mario Balotelli. Tras su segundo gol en la semi de la Euro 2012 Italia-Alemania (derechazo imparable al ángulo), presumió su musculatura al mundo.

Super Mario era tan célebre por sus anotaciones como por sus locuras dentro y fuera del campo. En un duelo del Inter donde estaba amonestado, José Mourinho le dedicó 14 de los 15 minutos del medio tiempo: “Mario, no tengo delanteros para cambiarte, no te hagas expulsar”… él se ganó la roja en cuanto el juego reinició. Estando en el Manchester City incendió su casa en una fiesta y otro día peleó (físicamente) con su técnico, Roberto Mancini.

Ni su paso en 2013 al Milán (del que es hincha) lo convenció de cuidar su carrera. Indisciplinas, desinterés y otras polémicas siguieron siendo la norma. Liverpool lo fichó en 2014-15 para que fuera su goleador, pero apenas marcó cuatro veces, una por torneo que los Reds jugaron.

LEER MÁS: Jamie Vardy y otros éxitos tardíos

Milán lo repescó para el ciclo actual, pero 329 minutos en la liga y un solo gol dicen que Balotelli no está a la altura de la reputación que un día tuvo. Tanto que incluso se rumora que podría ir a China.

Mancini advirtió el año pasado: “Corre el riesgo de terminar como Adriano”.

Adriano | La caída del Emperador

En 2002, Ronaldo encabezó al Brasil campeón mundial. Luego, las lesiones minaron su rendimiento y dejaron al ataque canarinho huérfano de un punta temible… hasta que Adriano apareció.

Alto, fuerte, potente y zurdo, el carioca se marchó en 2001 -un año después de debutar con el Flamengo- a Italia: lució con Inter, Fiorentina y Parma.

Los Nerazzurri lo repescaron en 2004 y El Emperador reforzó su fama de nuevo Ronaldo con goles en su club y el Scratch, con el que ganó la Copa América 2004 y la Confederaciones 2005.

LEER MÁS: ¿Camisetas o tesoros?

Pero tras el Mundial de 2006 (el único que jugó), su nivel y actividad cayeron dramáticamente por culpa del alcohol y sus juergas imparables. Él atribuyó aquello al fallecimiento de su padre, en 2004: “Me deprimí, bebía lo que me pusieran delante”.

Aunque en 2007 afirmó que se reformaría, nunca recuperó su forma y alternó cambios de club con más escándalos -como ser relacionado con narcotraficantes brasileños-, hasta llegar al Miami United de la cuarta división estadounidense, donde se supone que será presentado el 10 de marzo.

Ariel Ortega | El 10 malogrado

Bajito, menudo, técnico, gambetero. Así era Ariel Ortega, ídolo de River Plate de los 90 que brilló con Argentina e incursionó en España, Italia y Turquía. Desde su paso por Valencia (1997-98) se rumoraban sus problemas con la bebida; al final, esta no dejó que explotara por completo su potencial, por el que llegaron a etiquetarlo como el heredero de Maradona -con quien estuvo en Estados Unidos 1994, primero de los tres Mundiales a los que fue-.

El Burrito tocó fondo en junio de 2008: previo a la última fecha del Clausura, cuyo título ya había asegurado River, llegó borracho a la concentración, por lo que Diego Simeone, técnico del Millo, no lo autorizó a jugar. “Entrás a la cancha con el trofeo, pero vas al banco”. Ortega se negó y el Cholo lo dejó fuera del duelo.

El tiempo le dio la razón al DT. Dos meses después, tras una noche de fiesta y copas, Ariel chocó su camioneta en una gasolinera. Por suerte salió ileso, pero Simeone decidió separarlo del equipo.

LEER MÁS: Scolari, Bradley y otros viajeros del banquillo

El enganche alargó su carrera hasta 2012, pero no alcanzó nunca lo que su talento auguraba.

Paul Gascoigne | Un drama inglés

El 15 de junio de 1996, en los cuartos de final de la Euro en su casa, Inglaterra venció a Escocia. Paul Gascoigne hizo el 2-0 con una jugada de museo: sombrerito de zurda al borde del área, volea de derecha y el balón a la red.

Antes había exhibido su talento para anotar y asistir con Newcastle, Tottenham y la Lazio, donde sus hábitos fuera del campo le pasaron factura. Dino Zoff lo dirigió ahí y lo recuerda como un artista con pésimos hábitos alimenticios: “Desayunaba helado y almorzaba cerveza”.

Todo empeoró en el Rangers escocés (1995-98). Empezó a beber de forma incontrolable y a robar pastillas para dormir de la farmacia del club.

LEER MÁS: Los 35 Azules: un Cruz Azul en Chile

Casi dos décadas después de aquella soleada tarde en Wembley, el escenario para Gazza fue sombrío. En 2013 apareció tirado en la vía pública, con aspecto mucho mayor de los 45 años que entonces tenía.

Estrenó en 2015 un documental sobre su vida, en el que participan personajes como José Mourinho, quien se refiere como “el mejor futbolista inglés” que ha visto a Paul, que aún lucha contra su adicción.

Robinho | Una comparación excesiva

Era 2002 y el pueblo del Peixe vibraba con una idea: Robinho es el nuevo Pelé. Con talla y aspecto iguales, muchos pensaron que la capacidad también, como Pepe, ex compañero de Edson Arantes: “Tiene todo para serlo. Si el Madrid lo ficha, en dos años será de los tres mejores del mundo”.

Robson de Souza sí llegó al Madrid -2004-, pero nunca subió al mencionado podio y su estancia en el club fue entre rumores negativos: si llegó a entrenar oliendo a alcohol, si luego de un viaje para jugar con Brasil volvió tarde por una fiesta que él organizó…

No era el nuevo O Rei. En 2008 llegó al Manchester City como el fichaje más caro del futbol inglés hasta entonces -38.5 millones de euros-, pero ni ahí ni en el Milán la oruga se volvió mariposa.

LEER MÁS: Chicharito, cerca de recuperar su valor

Fuera por sus excesos -relacionados sobre todo con falta de disciplina- o porque las expectativas eran demasiado para sus reales posibilidades, aquel nuevo Pelé no pasó de ser un talentoso futbolista que hoy, con 32 años, recién volvió a Brasil, con Atlético Mineiro, luego de un poco brillante paso por la liga China, lejos de la élite.