Real Madrid vence al Milan en penales

La tercera victoria del Real Madrid en pretemporada cayó en el horno de Shangai en la International Champions Cup. La consiguió en una extensa larga de penales, después de 90 minutos de un partido con vértigo en los que adoleció de tino y Kiko Casilla, su último fichaje, alzó la mano tras lucir imán en los guantes.

Ni los Blancos ni el Milan dieron al clavo. Siempre hubo algo que les impidió el gol. A los doss le cobró derecho de piso correr tras el balón en un horno a casi 40 grados centígrados. Después de la media hora parecía que habían corrido por el desierto. A ello se sumó el desatino de las estrellas. No faltó la clase de Isco, el gobierno de Kross en mediocampo, ni tampoco las genialidades de Cristiano; el vértigo de Carlos Bacca o los desbordes de Luiz Adriano, pero esta noche no tuvieron la mira bien calibrada con la bola en movimiento.

El Milan que, pese a dar pista de un equipo bien armado y con idea de cómo jugar de tú a tú, mostró que aun tiene mucho que trabajar en el tema de la definición. El fichaje estrella Carlos Bacca tuvo dos para liquidar, postó por reventar la red y en niguna lo consiguió. Lo frenó Kiko Casilla, siempre al pie del cañon, para lucir reflejos de altura y demostrar que esos 5 millones de euros que pagó el Real Madrid por su trapaso, los va a desquitar a lo largo de la temporada; aun y cuando David de Gea llegue de última hora.

En la tanda de penales el partido lo definio un mano a mano entre Casilla y el precoz Micahel Agazzi, que se robó reflectores por un lance en el que congeló un tiro de Toni Kroos pegado al palo izquierdo. Agazzi se tuvo fe y encaró a Casilla, quien confiado por haber sentenciado la victoria del Madrid con un tiro a quemarropa, lo espero y aguantó hasta el último instante. El tiro fue al centro y sin potencia; Casilla lo tapó con el pie y puso el 10-9 en la pizarra.