Xavi cierra un ciclo legendario en el Barcelona

El 20 de diciembre de 1998, y tras 1016 minutos disputados como profesional, Xavi Hernández marcaría el primer gol de su carrera ante el  Valladolid. En aquella jornada, el Catalán logró romper la mala rancha del Barcelona que llevaba cuatro duelos perdidos y encumbró a su amado equipo a la victoria. Así fue como Xavi inició una legendaria carrera como uno de los mejores jugadores de la historia.

Trascender en el Barcelona es una encomienda que pocos jugadores pueden cristalizar. Y lo es todavía más destronar récords y convertirse en un histórico del conjunto catalán. Pese a todos los obstáculos, Xavi Hernández lo consiguió a base de inteligencia y sutileza de juego.

Un comienzo complicado

Xavi no siempre fue el chico que recibió piropos por su talento exquisito del toque de balón. Su pequeño complejo físico, su forma de organizar y su visión de juego provocaron que algunos medios españoles lo reprobaran.

De 2000 a 2004, el Barcelona  vivió una época donde los resultados no se le daban. Cuatro años sin levantar el trofeo de liga y un sexto lugar en el 2003 marcaban momentos críticos para los Culés. Esta racha también afectó  a Xavi, quien a pesar de contar 120 partidos disputados, sus números fueron desasonados. Marcó 12 goles y 21 asistencias, registros muy bajos para cuatro años, en comparación con la que hizo en un solo curso (2009), cuando dio 22 asistencias.

La nueva era del Barcelona y un Xavi fundamental

Ante los malos resultados en 2005, una nueva restructuración en el cuadro culé estaba en marcha. Puyol, Iniesta, Ronaldinho, Eto’o, Henry, Márquez, Valdés y Messi daban inicio a un Barca histórico y entre esa camada de jugadores, Xavi tuvo un sitio muy especial.

“Xavi ha hecho méritos para ser el mejor jugador catalán de la historia, no solo por los títulos obtenidos, sino por su amor al fútbol. Su entrenamiento era a las 11:00 horas y a las 10:40 ya estaba tocando balón con Pedro, Busquets y compañía”, contó un día Guardiola, quien revolucionó el futbol de Xavi y lo convirtió en un volante de lujo.

Xavi logró quitarse el estigma de mal jugador gracias a la facilidad con un repertorio de habilidades que iban más allá de manejar los tiempos para dar un pase milimétrico. “Parece máquina, tiene gran precisión en el toque”, refirió un buen Iniesta, con quien formó una gran sociedad en el mediocampo que encumbró al Barcelona a vivir una época dorada.

El Blaugrana se hizo presente en 344 partidos de liga, marcó 45 goles, realizó 92 asistencias y  logró ganar ocho campeonatos. En Champions League levantó la Orejona cuatro veces (2006, 2009, 2011, 2015), disputando 116 partidos anotó 11 veces y dio 26 asistencias, además, su trayectoria completa en esta justa indica que el jugador catalán es quien más partidos ostenta. Su trayectoria también está marcada  por tres copas del Rey, dos supercopas de Europa 2009-2010 y 2011-2012 , seis Supercopas de España la más reciente en 2011-2012.

Esta noche en Berlín, Xavi le ha conseguido un colofón perfecto a su pletórica carrera. El maestro del pase ingresó al minuto 78, por su amigo y confidente, Andrés Iniesta, que le cedió el cintillo de capitán, tal vez no necesario pero un gesto que reconoce su grandeza en el último partido que jugó con el dorsal 6 del Barcelona, para tristeza de toda la afición azulgrana.

“Acabar así es insuperable. No hay palabras, no puedo pedir más. Marcharme de esta manera, consiguiendo una Champions y un triplete es brutal, espectacular. Nos lo merecemos”, acotó Xavi, con sonrisa infita.