Alemania compró votos para el Mundial de 2006
Siguen los escándalos en torno a FIFA; el último campeón mundial aparece inmerso
Continúan los escándalos hundiendo más al máximo organismo del futbol: FIFA. El nuevo embrollo en el que se encuentra inmersa la institución tiene que ver con Alemania, país organizador de la Copa del Mundo de 2006, mismo que habría comprando votos para ser el anfitrión.
El comité impulsor de la candidatura de Alemania como sede del Mundial tuvo algunas alternativas que le permitieron hacerse del evento, así lo reveló según la edición digital del semanario Der Spiegel, que apunta a una presunta compra de votos para la adjudicación del torneo a ese país.
De acuerdo con ese medio, el entonces jefe de Adidas, Robert Louis Dreyfus, puso a disposición de la candidatura 10,3 millones de francos suizos -unos 6,7 millones de euros- mucho antes de que se adjudicara el torneo a Alemania, en julio del 2000.
Ni en el presupuesto de ese comité ni más tarde quedó constancia de esa donación, prosigue el semanario, según el cual un año y medio antes del Mundial, por circunstancias confusas, el propio Dreyfus reclamó la devolución de ese dinero.
La existencia de la “caja B” era conocida por Franz Beckenbauer, que fue el presidente del comité organizador del Mundial, entre otros funcionarios, mientras que el actual presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), Wolfgang Niersbach, lo supo a más tardar en 2005.
Siempre según ese medioEl Der Spiegel abunda en que el objetivo de la caja negra fue comprar los votos de los cuatro delegados asiáticos del comité ejecutivo de la FIFA, que acabaron decantándose por Alemania -al igual que los representantes europeos- en la elección de la sede del Mundial.
La información de Spiegel sigue el comunicado emitido este mismo viernes por la DFB en que se informaba de la existencia de “impurezas” en un pago de 6,7 millones de euros a la FIFA, en 2005, relacionados con la organización del Mundial 2006.
La investigación en torno a ese pago está aún en curso y no hay “conclusiones definitivas”, prosigue la DFB, que deja abierta la posibilidad de que exista incluso la posibilidad de pedir la restitución de ese dinero.