De futbolista despiadado… ¡a estrella de cine!

Inglaterra se vuelve loca por el futbol. Claro está, es una de sus máxima creaciones. Y dentro de esa locura por el balompié, existen individuos que sobrepasan dicha pasión, los hooligans son fiel muestra de ello. Sin embargo, existió un individuo que traspasó esas emociones directo al rectángulo verde, siendo inclusive más desquiciado y rebelde que los temidos fanáticos británicos, su nombre: Vinnie Jones.

Nacido en el seno de una familia humilde, el 5 de enero de 1965, su máxima ilusión siempre fue convertirse en futbolista profesional para trascender en la vida y ser recordado dentro de esta disciplina. ¡Y vaya que dejó una gran huella! Sobre todo en sus temerosos contrarios.

Con 21 años de edad, Vinnie Jones fichó con el Wimbledon. Ahí empezó su sendero hacia la fama, aunque de una manera un tanto alejada de los cánones, pues su sello distintivo siempre fue la violencia, convirtiéndose en un hooligan inmerso en el terreno de juego.

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Con los antecedentes mencionados, no resulta extraño descubrir que posee varias marcas difíciles de igualar por su conducta agresiva, dentro de las que destacan 40 sanciones, 12 expulsiones y el nada agradable récord de la expulsión más rápida en la historia del futbol inglés, pues este angelito se fue a las regaderas a tan sólo tres segundos de iniciar un cotejo.

Una de las imágenes con las que se le recuerda al Psicópata, como le llamaba la prensa inglesa, se dio ante otro loco de las canchas: Paul Gascoigne. En un cotejo entre Wimbledon y Newcastle, Vinnie Jones no cesó en sus intentos por intimidar a su rival valiéndose de patadas, escupitajos, pellizcos en los testículos y llegó hasta el grado de amenazar de muerte a su contrario. Todo sin un mínimo ápice de arrepentimiento como lo demuestran sus controvertidas declaraciones.

“Yo, Vinnie Jones, he acabado con la violencia en las gradas. Yo la he llevado al campo”, declaró cínicamente.

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Como era casi una obviedad, la violencia traspasaba las canchas y se convirtió en parte de su vida cotidiana, dándose el lujo de presumir sus fechorías en un video que mostraba sus tácticas más sucias para crear una escuela del mal comportamiento, todo ilustrado por despiadadas entradas e imágenes violentas.

El Wimbledon, con Vinnie Jones como insignia, pasó a ser uno de los equipos que peleaba la liga inglesa a base de juego sucio y agresividad que le resultaron sumamente efectivos. Durante tres años, al equipo se le conoció con el mote de la Pandilla de los Locos, lo que ilustraba perfectamente su realidad.

Ya sobre el ocaso de su trayectoria futbolística, Vinnie Jones fue tentado por el cineasta Guy Ritchie, quien le propuso dar vida a un personaje de uno de sus films, como un asesino a sueldo. A partir de ahí su vida dio un vuelco inesperado, pues sus ingresos se hicieron estratosféricos y solía acompañar a grandes figuras del séptimo arte, tan destacados como Halle Berry, John Travolta y Nicolas Cage.

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La vida da muchas vueltas, pero el Psicópata jamás será olvidado, pues creó un estilo y logró algo que pocos individuos podrían conseguir: pasar de futbolista despiadado a estrella en Hollywood.