El estadio Azul pesa y no tiene maldición

La mudanza de Cruz Azul al estadio Azteca aun es una incógnita. Por ahora la directiva de los Cementeros aun no ha definido si el club tendrá que cambiar de sede en 2018, ante la posible demolición del coloso que ha sido su casa desde 1996.

Desde que Cruz Azul arribó al inmueble de la colonia Noche Buena no ha podido levantar un título -cuando se coronó en 1997 lo hizo en el Nou Camp- y de las cinco finales de liga que han disputado en adelante, perdieron ante Pachuca y Monterrey, eso sin contar que el único rival al que derrotaron como local fue ante América, en la final del Clausura 2013 por la mínima diferencia.

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A pesar de este oscuro panorama, el entrenador de los Celestes, Tomás Boy, consideró que el inmueble no está maldito y, por el contrario, es una cancha brava que pesa para los equipos visitantes.

“Ni creo en la maldición, ni mucho menos en esas historias. tse estadio es una cancha fenomenal y es difícil para los adversarios que llegan a jugar ahí, y nosotros estamos preocupados por jugar mejor”, apuntó el estratega en rueda de prensa.

“No sé que determinaciones vayan a tomar la directiva (para cambio de sede), la verdad es que no estoy muy metido en ello”, agregó.

Por otro lado, ante la falta de resultados en el Apertura 2016, el estratega pidió tranquilidad a la afición de Cruz Azul, club que aun no conoce la victoria en las tres primeras jornadas del certamen, en las cuales han ligado tres empates ante Necaxa, Pumas y Monterrey.

“El equipo pronto encontrará resultados y para eso trabajamos día a día”, acotó.