Futbolistas violentos fuera de la cancha

El incidente en el que se vio envuelto Julio Gómez y otros siete elementos del Tapachula, no es algo nuevo en el balompié mundial, pues tanto jugadores de México como astros internacionales, se han dejado llevar por la ira, lejos de los estadios.

Además de los jugadores de los Cafetaleros, estos son los casos de otros futbolistas o entrenadores, que han perdido los estribos fuera de las canchas.

Rayos agresivos | A penas en agosto pasado, Luis Gorocito y Alejandro Molina golpearon a un individuo a las afueras de un bar hasta dejarlo inconsciente. Dos meses después, la víctima falleció y los ex elementos del Necaxa enfrentan hasta 40 años de cárcel.

Jesús Corona | El actual portero de Cruz Azul participó en una gresca en el estacionamiento de un bar en febrero de 2010. Al principio, negó haber estado en el lugar del incidente y culpó a uno de sus primos, que incluso se parece mucho a él; sin embargo, más tarde dio la cara. Aquel suceso marginó a Chuy del Mundial de Sudáfrica 2010.

Miguel Herrera | El Piojo Herrera cumplió su amenaza contra Christian Martinoli recientemente, cuando se lo encontró en el aeropuerto de Filadelfia, tras haber ganado la Copa Oro 2015. La penosa acción le costó al timonel su lugar en el banquillo de la Selección Mexicana.

Luis Pérez y Efraín Juárez | Hace un par de semanas, los futbolistas del Monterrey se involucraron en un conflicto contra elementos de seguridad que no los permitían ingresar a un bar. Luis Pérez fue grabado mientras lo esposaban, y parecía encontrarse en estado de ebriedad. Al día siguiente, los dos jugadores ofrecieron disculpas.

Federico Lussenhoff y Bruno Marioni | Dos viejos conocidos de la Liga MX. En 2002, los jugadores argentinos cayeron en las provocaciones de la afición del Tenerife, cuando militaban en ese club. Los hinchas los increpaban por un mal resultado del equipo y ellos contestaron con violencia.

Los dioses argentinos | Diego Armando Maradona y Lionel Messi también se enfrentaron contra aficionados; el Pelusa lo hizo en un bar de Croacia, mientras que la Pulga peleó junto con sus hermanos en un tugurio de Argentina, en uno de los pocos episodios polémicos del astro fuera de la cancha.